Julio Cáceda: «Me preocupa el aumento de boletas por fuerte inversión»

A JULIO CÁCEDA, REPRESENTANTE ESTUDIANTIL PUCP

Fotos: Facebook.

Una entrevista de Paolo Benza
Mientras que la atención de los alumnos de la PUCP divaga entre sotanas, huevas de pez y nombres a largo plazo, un problema que los afecta a todos parece empezar a pasar desapercibido. Sin embargo, la realidad se cuela en la cuenta bancaria de sus familias mes tras mes y parece no estar dispuesta a dar tregua: el valor de las boletas ha aumentado más de 24% en 5 años, y sigue subiendo cada verano.
La ausencia de voces que tratan el tema de manera pública y directa ha generado, hacia adentro, una sensación ajena a la imagen democrática y transparente que la casa de estudios pretende transmitir a la sociedad. Por eso, Julio Cáceda, Representante Estudiantil ante la Asamblea Universitaria (REA) y miembro de la Comisión de Presupuesto, pero aún más, alumno que paga su boleta; habla, opina y desmiente, propone y suelta datos, todo desde la posición de quien debe representar a los afectados y velar para que el problema se solucione en su beneficio.

El Problema

El mecanismo a corto plazo es: si necesitan fondos rápidos, le aumentan un porcentaje a la boleta de acuerdo a lo que quieren invertir en el año.

¿Cuál es el resumen del problema de las boletas?
En resumen, lo que ocurre es que la universidad quiere crecer, invertir para mejorar su fines, pero una gran parte de los ingresos que tiene viene de los derechos académicos, es decir, de las boletas. Para decirlo en cifras, 40% de pregrado, 15% de postgrado y 5% de formación continua, es decir, el 60% de sus ingresos viene por las boletas.
Como la universidad necesita generar fondos para seguir invirtiendo, un mecanismo a corto plazo es: “si necesito fondos rápidos y lo que me da mas liquidez es la boleta, le aumento un porcentaje de acuerdo a lo que quiero invertir para este año”. Eso se hace todos los años en noviembre y es lo que trae los problemas.
¿De dónde viene el otro 40%?
Son diferentes fuentes. Viene de servicios terceros reducidamente, eso es lo que queremos aumentar; de plaza; viene del Instituto de Idiomas; de los centros de negocios; de ciertos inmuebles que tenemos, por ejemplo, el que tenemos en el Centro de Lima.
¿Qué tipo de inversiones son las más fuertes?
La universidad tiene pensado, para este año y para el próximo, invertir en infraestructura de por lo menos 5 facultades. Eso acarrea un  gasto fuerte. Un ejemplo, la Biblioteca de Ingeniería y Arquitectura. Por otro lado, también quiere programas de acreditación y mejorar la investigación. A eso hay que sumarle los gastos corrientes que hay: el servicio, los profesores, etc., que, conforme vamos aumentado en población, también aumenta.
Me imagino que el rectorado es el que propone los aumentos, ¿qué justificación da para hacerlo?
Se lleva en dos factores. El primero es la inflación. Aún no se ha establecido qué criterio debe usarse: la inflación el sector educacional o la inflación general del país (IPC). Pero no solamente se queda en eso, además se presenta un presupuesto que dice “estos son nuestros gastos y nuestros ingresos, y esto es lo que queremos invertir. La diferencia la cubriríamos si subimos tanto porciento las boletas”.
Entonces, los dos argumentos son: cuánto queremos invertir y cuánto ha aumentado la inflación. Igual no se tiene criterios claros, ni una política para buscar fondos de otras maneras.

Hay dos argumentos: cuánto queremos invertir y cuánto ha aumentado la inflación.

¿Entonces, si queremos crecer, no necesariamente tenemos que pagar más, sino que hay otras formas de financiamiento?
Exacto, hay otras formas de financiamiento que este año las tenemos claras. Queremos una mayor relación con la empresa privada y con el Estado. Actualmente la mayoría de universidades del mundo reciben financiamiento estatal siendo privadas. Lamentablemente, nuestro Estado no puede ni con nuestra educación pública, menos va a poder con la privada, pero hay otras formas indirectas de relacionarse con fondos; por ejemplo, a través de la Red Peruana de Universidades. Hay universidades de provincia que reciben canon minero, pero no tienen capacidad de gasto y no saben en qué invertirlo. Entonces, si nosotros hacemos programas de desarrollo, cooperación o investigación conjunta, estamos cumpliendo nuestro fin, que es producir conocimientos a servicio de la sociedad, financiándonos de forma alternativa.
¿Por qué, aunque suban las boletas, siguen llegando cada vez más alumnos? ¿Eso significa que hay gente que sí las puede pagar?
Actualmente se está teniendo la visión “busquemos a más alumnos”. Damos facilidades para que las personas postulen e ingresen porque, obviamente, si dependemos de las boletas no basta con subirlas, sino hay que conseguir más personas que la paguen. Eso deja bastante que pensar. Si hay más alumnos aunque cada vez estén más altas, entonces, ¿qué está pasando? Es un tema que todavía no se entiende muy bien.
¿Hay gastos superfluos?
Es difícil determinarlo. Por ejemplo, se tiene la política de servir un montón de comida las reuniones, pero porcentualmente ese tipo de gasto no es tanto. En lo que podría haber reducciones es en lo relacionado al personal de limpieza y lo que gastas en agua o luz. Ahí hay un gasto innecesario y no estamos teniendo la política de ahorrar. Somos muy desperdiciadores, por ejemplo, aunque sea tonto, ¿cuánto personal de limpieza necesita el baño para que esté bien? Tenemos que gastar en eso cuando podríamos tener la cultura de dejar el baño limpio.

El alumnado, poder y discurso

La posición principal del alumnado es información. Nosotros exigimos información en los espacios que se puede.

¿Qué poder tiene el alumnado, representado en ustedes, para no aceptar o bajar el porcentaje del aumento?
El lugar en que se decide es el Consejo Universitario (CU) en el que actualmente ni siquiera tenemos un tercio. Son 19 miembros y 4 son alumnos, es casi un quinto, entonces ahí tenemos decisión pero no poder. El segundo lugar, se planifica en la Comisión de Presupuesto, pero esta, en realidad, es una aprobación de designación. Es decir, de cuánto vamos a designarle a cada unidad de acuerdo al presupuesto que nos están dando. Este año yo soy el alumno miembro de la Comisión de Presupuesto y vamos a ver el tema desde septiembre; sin embargo, no se ven políticas económicas propiamente dichas, se trata de aprobar o denegar, de decir “me estás pidiendo tanta cantidad y te daré 70%, porque de acuerdo a lo que tengo que repartir, no me va alanzar”.
La gestión pasada logró activar una Comisión de Economía donde sí se van a deliberar propuestas económicas. Ahí es donde se va a poder tener un mayor poder de negociación y de planificación, eso es lo interesante. Está conformada por dos representantes estudiantes, uno de los cuales es el REA del Consejo Universitario que está en Presupuesto. La idea es proponer que la universidad deje de tener esa política por la cual la única forma de crecer es a través de la boleta y, en lugar de ello, buscar fuentes de financiamiento diversas, además de reducir algunos gastos.
Como REA, ¿cuál consideras que es el discurso general de los alumnos frente tema de las boletas?
La principal posición del alumnado es información. Cuando hemos ido, como representantes, a escuchar lo que quieren, lo que siempre nos han dicho es “queremos saber por qué siempre nos la suben”.
¿Y no existe esa información?
Exacto, no hay esa información. Solo hay un cierto reconocimiento de que por la inflación por lo menos tiene que subir. Obviamente, nadie quiere que le suban, pero como saben que puede ser una realidad inevitable, van a preferir que les informen antes de hacerlo. Creo que sería menos el malestar si dijeran “mira te la voy a subir, pero te voy a construir una biblioteca”. Que el alumnado sepa que su inversión es para bienestar del mismo, que está pagando un poco más por mejor calidad de las cosas.
En ese sentido, la información es fundamental. Nosotros exigimos información en los espacios que se pueden. Lo que tenemos este año es que, a comienzos del siguiente ciclo, empezaremos conferencias, mesas de diálogo donde se discutan esos temas.
Pero esas conferencias serian organizadas por ustedes, los alumnos, ¿no hay una voluntad del rectorado por seguir ese camino?
Sí se podría llegar a concesos con ellos. Decirles: “Informemos, debatamos. ¿Ustedes dicen que se tiene que subir necesariamente? Debatamos si en verdad es así”.
Obviamente, también tenemos que luchar porque hay personas que no pueden pagar.  Ahí, ¿qué haces? ¿Te quedas sin educar? Por lo general, lo que hemos visto por estadística que se hace es llevar menos cursos, pero te toma más tiempo. Con el alza de boletas tu educación, que estaba planificada para 5 años, la pagas en 6 y pagas más porque ha subido.

Foto: Fepuc

De creencias, opiniones y mitos

Hay una tendencia a reducir cada vez más el número de alumnos en las escalas inferiores.

¿Crees que las boletas son demasiadas altas?
Si, en comparación con otros centros educativos de primer nivel, la universidad tiene un precio muy alto. Incluso con universidades europeas o latinoamericanas de primer nivel que están mejor posicionadas que nosotros en los ranking, la diferencia entre nuestra escala 5 y lo que cuestan no es mucha. Entonces, para Perú sí está bien alta. Eso es un problema, porque se supone que la educación es una fuente de promoción social y el hecho de que esté tan alta significa que solo cierto sector podrá acceder a ella y, en vez de ser una fuente de promoción, será de desigualdad.
¿Qué opinas de esta creencia extendida en el alumnado de que se aumentan las boletas porque se quiere ‘elitizar’ la universidad?
Es un tema complejo. Ciertamente, si se revisan las cifras, hay una tendencia a reducir cada vez más el número de alumnos en las escalas inferiores. La que tiene más alumnos es la 3, la uno y la dos tienen más alumnos que la 4 y 5, pero hay una tendencia a reducir eso.
Además, se está teniendo la política de relacionar rendimiento académico con el nivel económico, lo cual puede ser una fórmula un poco compleja.  ¿Las personas que tienen más plata deben poder mantenerse más tiempo en la educación, así rindan mal? Es un tema que hay que debatir, porque también hay una política que dice que las escalas son unas subvenciones, lo cual tampoco es tan cierto.
¿No es cierto que la escala 5 subvencione a la escala 1?
No, no es del todo cierto. No sabemos un costo real de las carreras, pero en ciertos espacios se dice que lo que verdaderamente cuesta la educación en promedio, sería una escala 3 o 3.5. Entonces sí, se sube por encima para pagar abajo, pero, en realidad, ¿qué estas subvencionando?, ¿cuál es el verdadero valor que se está subvencionado?
Además, viene la otra visión de que la educación es un derecho, porque pertenecemos a una sociedad donde hay diferencias sociales y todos debemos acceder a una educación de calidad de acuerdo a nuestras posibilidades. Si la educación es un derecho, entonces las formas de acceso a través de las escalas también lo serían. Ahora por lo menos hay una política, que hemos podido ver, por la que se quiere homogenizar criterios. ¿Qué es? ¿Es un derecho? ¿Una subvención? ¿O también viene con deberes?
Se quiere adoptar una postura institucional de la universidad…
De toda la universidad, no solamente lo que creen los alumnos, y los profesores y autoridades. Debemos debatir y definirla. Probablemente lo que va salir es que las escalas sean un derecho, pero también un deber, que tienes ciertos derechos para poder acceder, pero tienes ciertos deberes que debes cumplir. Pero para todos por igual. Por ejemplo, hubo un problema con eso de que si jalabas dos veces, te subían una escala y si jalabas tres, te subían a la última, pero era solamente para las escalas inferiores.  ¿Por qué solo las inferiores? Si se tienen deberes, son para todos.

Cipriani, la pregunta que no podía faltar

Si entra Cipriani, de repente sí podría bajar las boletas, pero ¿por qué? Porque si eres autoritario, es mucho más fácil gestionar, ¿no?

Un tema que se empezó a debatir es que la administración bajo la supervisión de Cipriani  bajaría el precio de las pensiones, ¿crees que eso sea cierto?
Se especula mucho sobre eso, pero el tema es muy complejo. Hay que ser sinceros, normalmente hay esta dicotomía entre alumnado y autoridades, pensamos que las autoridades son malas porque nos aumentan las boletas, pero gestionar la universidad es difícil. Encima vienes de anteriores rectores que han sido humanistas, con muy buena voluntad, pero no con capacidad de gestión, lo que ha traído deficiencias en el manejo económico. Sin embargo, sinceramente no creo que las autoridades tengan esa voluntad de: “soy malo, por lo tanto les subo las boletas”.
Una cosa interesante que hemos estado aprendiendo con el tiempo es que una cosa es gestionar una empresa donde tú eres el dueño, donde puedes hacer lo que te da la regalada gana y otra es gobernar una comunidad universitaria donde entran diferentes conflictos de intereses. Todos creen en un bienestar para su universidad, pero a su manera. Entonces, gobernar significa hacer que ciertas cosas se tengan que ceder con los otros grupos de interés, los trabajadores, los estudiantes, los profesores, etc.
Si entra Cipriani, de repente sí podría bajar las boletas, pero ¿por qué? Porque si eres autoritario, es mucho más fácil gestionar, ¿no? Ni siquiera creo que eso suceda, pero podría ser que diga: “gestiono rápidamente para que sea más eficiente”. No queremos eso. La esencia de la universidad son sus estructuras democráticas, la forma de gobierno que tenemos. Queremos que la universidad siga funcionando así; que podamos conseguir cosas que no nos afecten como estudiantes, pero que a la vez sigamos con nuestro derecho a gobernarnos a nosotros mismos, a decidir sobre nuestras propias cosas.

La política de la inversión.

En palabras del vicerrector, se piensa la educación como una inversión. Así como te prestas para una casa, te prestas para educarte.

¿Cómo se maneja el tema de la re-categorización?
No hay criterios claros para la re-categorización. La asistencia social es mala porque solamente se tiene a 6 personas un poco mayores. Queremos reformar eso. Lo que se está teniendo como política no es tanto la re-categorización, sino el ‘crédito estudiantil’.
La universidad te presta hoy, para que le pagues cuando termines tu carrera…
Claro, en palabras del vicerrector, se piensa la educación como una inversión. Así como te prestas para una casa, te prestas para educarte, porque al final la casa la puedes vender y recuperas tu dinero, y en la educación pagas para luego recuperar y generar más.
Mira que interesante lo que dices, prestarte para poder educarte ¿Eso no terminaría siendo similar al problema de Chile?
Exacto. Es más, lo dicen: es casi insostenible el hecho de que ingreses y te pagues toda la educación a través de crédito estudiantil.  Poder pagarlo en 10 años se te hace complejo, te endeudas, tienes mora y terminas endeudado toda tu vida. Es un tema bien delicado con el que actualmente estamos luchando, queremos que haya menor tasa de interés. Actualmente hay una injusticia: si eres de escala uno o dos, te prestan pero te cobran como escala 3. Estamos buscando cambiarlo, pero por lo menos es una vía.
Otra cosa que se quiere hacer es que haya más escalas. Por ejemplo, si no puedes pagar la escala 4 y la universidad no quiere dejar de percibir un fondo, te podría poner en escala 3.5, ahí ya bajó la carga y puedes educarte. Eso debe ir junto a la reforma de la asistencia social, que se tenga criterios claros y objetivos, y que se explique por qué estás en tu escala. Actualmente el único criterio es cuánto te podrías endeudar. Entonces, te dicen: “usted está en una edad laborable, podría trabajar en la noche”. Lo hacen precisamente con esta visión de que la educación es una inversión.

Te dicen: “usted está en una edad laborable, podría trabajar en la noche”. Lo hacen precisamente con esta visión de que la educación es una inversión.

¿Entonces, el criterio es cuánto respaldo tiene el padre para endeudarse para pagar la educación de su hijo?
Así es, no es cuánto dinero real tienes, sino cuánto te puedes endeudar. Es un tema que queremos cambiar, porque en verdad no queremos que te endeudes, ¿para qué endeudarte? No solamente en Chile, el problema de las deudas es un problema global, es una ‘sopa’ que no va a poder terminar.
¿Hay algo más que agregar?
Este año va a haber una inversión fuerte, por lo tanto, me preocupa cuánto va a ser el aumento por todos los edificios que van a construir. Hay varios que ya se están construyendo.
Con las políticas que podamos instaurar, los resultados no se van a ver inmediatamente, sino a largo plazo. La cuestión final es que se sepa que se está buscando eso. Por ejemplo, si las autoridades han dicho que hasta tal año probablemente suban las boletas tal porcentaje, con lo que estamos buscando, convenios con empresas y todo eso, de acá a dos años empezará a reducirse el aumento. La idea que los alumnos sepan que ya se está haciendo algo, que se está planificando y que al final van a ver los resultados.